Diferenciarse a día de hoy es cada vez más difícil, ya que la calidad, costes y productos son similares. Por ello la clave de éxito para la empresa es el poder de la marca.
Junto a una potente imagen de marca se realizaron distintos soportes corporativos, sobres (con y sin ventana), papel de carta, y tarjetas para los distintos trabajadores.
Actualmente el logotipo está colocado en letras metálicas en la parte superior de la fachada de la empresa ocupando casi toda la anchura del edificio.